Allá en tiempos remotos, donde los castillos eran habitados por tiranos reyes y hermosas princesas, existió un caballero que, guiado por las ambición de la inmortalidad, buscó a un famoso dragón, que habitaba junto a una roca perdida en la espesura del alto monte donde se emplazaba el castillo del rey. Tras una enardecida lucha, el caballero logró vencer al dragón, que cayó muerto al suelo. Sin perder tiempo, el noble se bañó en la sangre que del cuerpo inerte de la criatura manaba. Con ella cubrió todo su cuerpo..., a excepción de un pequeño punto en su torso desnudo, que imperceptiblemente había quedado cubierto por una hoja de tilo. El héroe tampoco se percató de que un sirviente, enviado por el Rey, lo había seguido, y en aquel preciso momento lo observaba. Pudo ver, por lo tanto, que el caballero era inmune a cualquier estocada excepto en aquella pequeña zona que no había bañado con la sangre del dragón.
No tardó aquel noble en presentarse ante el Rey, exigiendo ocupar el trono. A sabiendas de que no tendría oportunidad de vencerlo, le cedió su cargo. El caballero gobernó, pues, la montaña..., aunque no por mucho tiempo. El Rey, que fue informado del detalle de la hoja de tilo, asesinó al caballero, recuperando el trono y dando por terminada la Leyenda de la Roca del Dragón.
La leyenda aquí escrita no es la original, así es que si alguno de vosotros encuentra un fallo... El tema principal, al menos, creo que lo he podido transcribir correctamente :)
Y aclarado esto... Las fotos:
EL CAMINO HACIA EL CASTILLO
A la izquirda de la fotografía podemos distinguir, claramente, las vías de un tren. Éste podía tomarse también para llegar a la cima.
EL CASTILLO
Se trata de una graciosa reproducción, destinada al público infantil, del dragón de la leyenda, que a modo de marioneta, se movía tras el vidrio y hablaba, relatando la leyenda a los más pequeños
Espero que os hayan gustado..., y una vez más pido disculpas por la reducida calidad de las fotografías.